Joaquín Sorolla fue uno de los retratistas más solicitados de su tiempo, gran amante de la moda y de los cambios que se producían en la indumentaria de finales del siglo XIX y principios del XX.
La exposición en el Museo Nacional Thyssen se desarrolla en cuatro secciones, en cada una de las cuales dialogan vestidos con pinturas del artista.
La primera sala está dedicada al ámbito familiar del pintor y aspectos de la vida cotidiana, como las cartas que envía a su esposa Clotilde desde París, explicando las novedades en moda:
Para Sorolla, Clotilde además de ser su esposa, es su musa y le dedica una gran parte de sus pinturas. Por ejemplo, “Clotilde con traje negro”:
Al lado del retrato en la exposición aparece este traje negro de tafetán y algodón:
“Clotilde en el jardín, abrigada con una capa blanca de visón:
En esta panorámica se puede apreciar a “Clotilde paseando en los Jardines de la Granja” y “Joaquín Sorolla García sentado”. El vestido blanco es de organza y tul de algodón:
Otra de las salas está protagonizada por los retratos que le encargaban los personajes de la alta sociedad.
Retrato de “La reina Victoria Eugenia”. Vestido de seda y viscosa del diseñador Callot Soeurs:
Pintura de “Maria Luisa Maldonado”, marquesa de Torneros, hija del conde de Villagonzalo, lleva cuerpo de popelín de algodón, encaje y pasacintas:
Retrato del “Rey Alfonso XIII y su madre la reina Maria Cristina”: en la foto aparece a la izquierda un vestido del diseñador Charles F. Worth en seda, algodón, metal, raso y encaje:
Los efectos terapéuticos de los baños de mar se descubren en la segunda mitad del S.XIX. La tercera sección está dedicada al veraneo elegante de las playas españolas en los que la moda también está presente:
“Clotilde en la playa” aparece con un vestido de día, blanco de encaje y algodón:
Finalizo con “París y la vida moderna”. Sorolla conoce de primera mano las tendencias de la moda y encarga a Mariano Fortuny, para su hija Elena, el vestido Delphos, de tafetán de seda y cristal de Murano, un vestido revolucionario por su corte, ya que liberaba el cuerpo femenino de corsés y ataduras:
Así lo plasmó en uno de los más bellos retratos de la historia de la pintura “Elena con túnica amarilla” donde vemos el mismo modelo Delphos en amarillo:
La exposición está organizada en dos museos: Thyssen-Bornemisza y Sorolla. Si os ha gustado y queréis tener una visión completa os recomiendo visitar ambas, en Madrid hasta el 27 de Mayo.
Fotos cedidas por el Museo Thyssen- Bornemisza – Museo Sorolla